Cuando ayudamos al prójimo sin esperar nada a cambio suceden cosas extraordinarias. Este fue el caso de Albertina Flores González, una abuelita de Perú, quien al ver la difícil situación que viven las personas que tienen familiares contagiados por Covd-19 p puso manos a la obra para ayudar.
Albertina vive en la comunidad Los Claveles, al norte de Perú, es una campesina y su único ingreso viene de lo que produce en el campo pero este no fue motivo para no ser solidaria. Juntó toda su cosecha y la donó a un comedor comunitario donde enfermos de Covid-19 y sus familiares pueden recuperar energía.
“Aquí traigo unas cositas… Disculpen que no traiga más, porque vengo caminando.”
Personas se enteraron del gran gesto de Albertina y decidieron regresarle la ayuda, recaudaron dinero, víveres y comida para ella enviándoselo desde Lima de manera anónima. No cabe duda que cuando se ayuda la vida te lo multiplica.