Cebollas
– Obtendrás los mejores resultados si las plantas en primavera.
– Rellena la jardinera con abono de buena calidad dos días antes de la siembra para permitir que la tierra se asiente.
– Se plantan en filas separadas 10 cm entre sí, de forma que las puntas sobresalgan por encima del abono.
– Riégalas en abundancia.
Tomates
– Se siembran en un lugar abrigado que reciba sol abundante.
– Las plantas requieren humedad y en época de calor pueden necesitar dos riegos diarios.
– El suelo debe tener un buen drenaje y ser fértil; cuando los racimos de tomates empiecen a desarrollarse, abónalos cada 15 días con un fertilizante líquido.
Calabacines
– Necesitan mucho espacio, pero pueden cultivarse en recipientes grandes
– Conviene colocar las macetas en un lugar que reciba mucho sol y utilizar una tierra fértil
– Las semillas pueden sembrarse directamente en la maceta
– Exige riegos frecuentes.
Rábanos
– Exigen suelos fértiles, ligeros y arenosos, que retienen mejor la humedad.
– Para evitar que el terreno se seque demasiado deprisa, las macetas o jardineras han de colocarse en lugares ligeramente sombreados.
– La tierra debe estar bien removida y aireada antes de la siembra.
– Todas las variedades de rábanos pueden cultivarse en macetas y, además, maduran con gran rapidez; solo pasan cuatro semanas entre la siembra y la cosecha.