El Reino Unido se despide de los filtros que perfeccionan la piel en Instagram por considerarlos como publicidad engañosa.
Hace más de 10 años que inició la tendencia donde diversas marcas internacionales de cosméticos usaron a influencers para tener presencia mediática pero esto ya se va regular.
La Autoridad de Estándares de Publicidad (ASA) del Reino Unido ha prohibido a las figuras púbicas en internet —o influencers— utilizar filtros para perfeccionar la piel en sus redes sociales. Particularmente en Instagram donde es común subir historias, fotografías y videos con estos en el rostro.
El argumento es sencillo: los filtros de Instagram influyen en la manera en la que los productos que se publicitan en los perfiles de estas personas se presentan. No sólo podría parecer que acentúan atributos milagrosos que podrían producir en el consumidor, sino que exageran los efectos que pueden tener en la piel o la salud. Por tanto, son engañosos.
Esta limitación en el marketing de la industria de cosméticos cambia el panorama de promoción en el mundo. La prohibición de la ASA, sin embargo, no aplica para el público en general. Cualquier persona británica podrá usarlos para su uso personal, siempre y cuando no esté publicitando algún producto de belleza.
Si los influencers no tienen “especial cuidado” con el contenido publicitado que suben a sus redes sociales, las publicaciones podrán ser legalmente bajadas de las mismas. El fin último de esta prohibición es proteger y regular los hábitos de consumo de las audiencias, con el propósito de tener una perspectiva más real sobre los beneficios de los productos que compran en línea.