6 errores que debes evitar al limpiar tus gafas

Hay una serie de errores que debes evitar al limpiar tus gafas. Si deseas conservar sus lentes y el marco en buen estado, debes darles un mantenimiento adecuado, con los elementos destinados para tal fin. De lo contrario, su vida útil tiende a acortarse.

Desde repasar los cristales con tela hasta utilizar productos perjudiciales, las malas decisiones al higienizar los anteojos son bastante comunes. Eso sin contar con que muchos pasan por alto su desinfección regular para evitar posibles infecciones.

6 errores al limpiar tus gafas

El uso de gafas puede ser una necesidad o un complemento para el día a día. Estos objetos son delicados y, por tanto, requieren un cuidado específico. No obstante, hay quienes cometen ciertos errores al limpiarlas, sin considerar que eso disminuye su durabilidad.

Poca frecuencia
Los anteojos son accesorios que se utilizan en muchos momentos y lugares. Por lo tanto, su limpieza debe responder a esto. Limpiarlas una vez por semana o con menos frecuencia no es suficiente para tener unas gafas desinfectadas.
En lo posible, hay que aplicar una limpieza diaria para mejorar la visión y reducir el riesgo de contagio de virus y bacterias. Estos últimos suelen alojarse tanto en los lentes como en el marco.

Agregar productos para el hogar.
Uno de los errores que sin duda debes evitar al limpiar tus gafas es utilizar productos como limpiavidrios, desinfectantes y quitagrasas para el hogar. Su composición suele ser fuerte, lo que tiende a dañar el recubrimiento del cristal.

Utilizar la tela de la ropa.
Muchas personas tienden a repasar sus anteojos con partes de la remera, la camisa o cualquier tela. Ya sea por comodidad, por apuro o por no dedicarle la importancia que requiere, se trata de una práctica frecuente.
El contacto de la tela con los cristales puede resultar dañino para el mismo. La superficie suele rayarse de manera leve, pero continua. Por ello, si se realiza esta acción con frecuencia, es posible que se esté deteriorando el objeto más rápido de lo que debería.

Repasar con servilletas.
El papel no es muy amigo de las gafas. En general, muchas personas realizan su limpieza pasando servilletas, papel higiénico o paños de cocina. Es una práctica que se debe evitar, ya que puede rayar, manchar o insertar restos de pelusas en el lente. En su lugar, es recomendable el uso de paños de microfibra limpia, que sean lisos y que no dejen partículas.

Dar aliento.
Quienes tienden a higienizar los anteojos con la ropa, suelen llevárselos a la boca durante unos instantes previos con el objetivo de humedecer el lente. Otro de los graves errores que debes evitar al limpiar tus gafas. La humedad del aliento no cumple la misma función que el agua o los productos específicos.

Querer ocultar los rasguños
Por más cuidados que se le den a las gafas, es común que aparezcan pequeños rayones en el lente. Con el uso constante y el paso del tiempo, los daños superficiales se generan. Hay quienes buscan soluciones en remedios caseros y ceras comerciales.
No obstante, querer quitarlos es otro error. Aunque parezca desalentador, no se puede hacer mucho contra los rayones. Lo más importante es evitar que se agranden, algo que puede suceder si se intenta limpiarlos con sustancias agresivas. Existen ceras que los ocultan, pero la mayoría no son tan efectivas.

Técnicas correctas para aplicar al limpiar tus lentes.

Aplicar las técnicas correctas de limpieza reduce el riesgo de contagio y aumenta la protección contra diferentes virus.

Agua y jabón: Agua fría y jabón neutro es un desinfectante adecuado para la higienización de las gafas.
Repasar todo: Los cristales no son la única parte de los anteojos que se deben de limpiar, es importante limpiar la montura dado que suele alojarse mugre y diversas bacterias.
Usar hisopos: Limpiarlos requiere delicadeza, algo que se consigue aplicando líquido a través de hisopos.
Productos específicos: Existen soluciones puntuales que están creadas para higienizar los cristales. Si no se dispone de agua y jabón, son una buena alternativa. Hay que asegurarse de que el producto sea compatible con la capa antirreflectante, en caso de tenerla.
Solución casera: También se puede elaborar el producto de manera casera, a base de alcohol, jabón y agua.
Guardado: Aunque parezca solo un detalle, disponer de un buen estuche para guardar los anteojos aporta a su limpieza y protección. Evitar apoyarlos sobre superficies con el lente hacia abajo.

Fuente:MejorconSalud

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