Te explicamos cómo intentar evitar este comportamiento de víctima y poder ser un poquito más conscientes de nosotros mismos.
¿Cómo dejar de hacerse la víctima?
Es de suponer, como en todo, que existen diferentes niveles de comportamiento victimista. Si has podido hacer una autocrítica y has detectado algún momento en el que te hayas comportado desde una posición de víctima, vamos a ver cómo cambiar la actitud victimista:
1. Analízate
Intenta ver por qué te hayas comportado desde una posición de víctima, no pongas la responsabilidad en el otro, pregúntate:
- ¿Por qué actué de forma sumisa?
- ¿Por qué no me responsabilicé?
- ¿Qué me daba miedo?
- ¿Qué intentaba evitar?
Con estas sencillas preguntas puedes comenzar a investigar sobre ti, empezando adquirir responsabilidad sobre tu comportamiento.
2. Analiza el entorno
En algunos casos el comportamiento viene influido del ambiente, como explicábamos antes, una tendencia puede venir influida de otra, si te das cuenta que estás en un entrono de sobre protección o excesivo control, es sano que te des un espacio, permitiendo observar tu comportamiento fuera de este ambiente y detectar si existen cambios en tu actitud.
3. Responsabilízate
A veces queremos saber de dónde vienen nuestras actitudes y nos centramos en encontrar respuestas, las actitudes pasivas y sentimientos de víctima suelen ser ocasionados por sobreprotección o vivencias donde nos sentimos indefensos en etapas tempranas de nuestro desarrollo. Pero lo cierto es que descubrir el origen no es sinónimo de sanación, en realidad de convierte en un escape para no responsabilizarse del comportamiento presente.
4. Empodérate
Cualquier comportamiento que usamos en el presente, aunque tenga un origen del pasado, únicamente se puede resolver en el presente. Poniendo consciencia, dándonos cuenta de cómo nos vinculamos, qué buscamos en los demás, qué evitamos y qué actitud tenemos frente a las adversidades, con toda esta información y poco a poco podemos ir adquiriendo responsabilidad y empoderarnos como personas libres.
5. Pide ayuda profesional
Si crees que no eres capaz de hacer este proceso de forma autónoma o sientes que no tienes ningún tipo de responsabilidad de lo que sucede en tu vida, es recomendable que acudas a un profesional, iniciar una terapia de crecimiento emocional puede ayudarte a adquirir conocimiento y poder para manejar tu vida desde quien eres, respetándote y construyendo vínculos sanos.
6. Conócete
La única forma de cambiar cualquier tipo de actitud que no nos satisfaga es el conocimiento, realizarnos preguntas del tipo:
- ¿Quién soy?
- ¿Qué me gusta de mí?
- ¿Qué no me gusta?
- ¿Qué me gustaría mejorar?
Buscar respuesta a estas preguntas a través de lecturas, charlas con personas de nuestro entorno o de entornos diferentes, terapia o cualquier actividad que te ayude a conocerte un poco más.
Fuente: Psicología-Online