Las marcas no sólo venden productos, también venden escenarios alrededor de los productos. Un escenario construye credibilidad y valor, cuenta una historia y tiene el poder de hacer memorable una marca o una experiencia.
Innovar es agregar valor, y podemos innovar transformando los escenarios alrededor de los productos o servicios para agregarle valor al cliente y a tu marca.
El famoso Neurocirujano Paul D. Mclean afirmó en 1952 que en realidad en la cabeza del ser humano coexisten tres sistemas neurológicos, a los que bautizó como el Cerebro Cortex (el procesador cognitivo), el Cerebro Límbico (el procesador emocional) y el Cerebro Reptílico (el procesador instintivo) y cada uno actúa motivado por significados distintos que perciben e interpretan de los escenarios de los productos o servicios. Por ende, cuando diseñes el escenario ideal para tu marca, ten el mente el posicionamiento que quieres lograr, los elementos perceptibles que van a emplear y que diferentes grupos de estos conquisten los tres cerebros de tu consumidor, de lo contrario uno de ellos se opondrán y saboteará la compra.