Un equipo de científicos de la Universidad de Helsinki y la Universidad de Copenhague desarrollaron una IA que se encargó de interpretar los pensamientos de los voluntarios para entender cuáles eran sus preferencias en términos de atractivo sexual y después crear retratos de personas guapas que en realidad no existen.
De acuerdo con el artículo publicado por los investigadores, se dieron a la tarea de crear una interfaz cerebro-computadora a través de la cual se alimentó un sistema de inteligencia artificial que luego trabajó con esos datos y los usó para entrenar a un generador de imágenes.
Según un comunicado de prensa de la Universidad de Helsinki, inicialmente, los investigadores asignaron a una red neuronal la tarea de crear cientos de retratos artificiales, es decir de personas que en realidad no existen. Posteriormente las imágenes se mostraron, una a la vez, a 30 voluntarios a los cuales se les pidió que prestaran especial atención a las caras que encontraban más atractivas, todo ello mientras sus respuestas cerebrales se registraban mediante electroencefalografía.
Los investigadores analizaron los datos de ese estudio con técnicas de aprendizaje automático y conectaron la información de cada uno de los electroencefalogramas a través de una interfaz cerebro-computadora a una red neuronal generativa.
Una vez que se interpretaron las preferencias del usuario, la máquina generó una nueva serie de imágenes, ajustadas para ser más atractivas para el individuo con cuyos datos había sido entrenada.
Los resultados: según los investigadores es que, en el 80% de los casos, las imágenes personalizadas generadas por las máquinas con IA pasaron la prueba de atractivo. Es decir, los retratos creados de manera artificial sí convencieron los gustos de las personas que participaron en el experimento.