Muchas amantes de los gatos comparten su cama con estos pequeños felinos. Así lo hacía Michelle Borrow, una joven de 27 años que dejó dormir en su cama a sus dos mascotas Cricket y Donut durante años pero vaya sorpresa que se llevó tras su visita al ginecólogo luego de sentir un intenso dolor en el interior de su vagina y parte baja de su estómago.
La joven había presentado dolores estomacales con anterioridad pero no les prestó atención ya que no eran tan intensos. Ella culpaba al DIU de dicha molestia, nunca pensó la verdadera causa de sus dolores.
Alarmada por lo que le estaba pasando, fue de inmediato con su ginecólogo; él le preguntó si usaba tampones y ella respondió que sí, así que este decidió examinar creyendo que algunas fibras de tampón se habían enredado con las cuerdas de la bobina del DIU.
Después de pedir un par largo de pinzas y tijeras, el médico comenzó a tratar de desalojar el bulto en la vagina de la señorita Barrow. Incapaz de sacarlo, tuvo que recurrir a cortarlo. Y cuando la bola de dos pulgadas fue arrastrada, la joven se dio cuenta, para su horror, que era del mismo color que su gato Donut.
¿Pero cómo pasó? La joven piensa esto al respecto.
“Mi teoría es que nuestras hojas son culpables: no soy muy bueno en hacer la cama todos los días para que Cricket y Donut tengan un reinado libre. Mi prometido y yo no usamos condones por lo que sería fácil para él, sin saberlo, tener un poco de pelo en su pene y durante el sexo sería fácil para que el cabello emigrar a mis cadenas donde todo se enredó todo. El pensamiento aún me cubre.”
Después de lo sucedido, Michelle no permite que sus gatos duerman en su cama y lava sus sábanas cada quince días. Es importante que enseñes a tus mascotas el lugar donde deben dormir para evitar este tipo de problemas y que no seas una paciente más con este caso.
Fuente: Soy Carmín