Olvídate del vino y de ver The Office por enésima vez, existe un mejor ritual de relajación para terminar el día. La postura de L (con las piernas arriba sobre la pared, o viparita karani) estimula el nervio vago, que controla tu sistema nervioso simpático (“la lucha o la huida”) y parasimpático (“el reposo y la digestión”) simultáneamente.
¿El resultado? Terminas sintiéndote totalmente renovada: no estarás cansada pero tampoco acelerada. Aquí cómo hacerlo:
1. Siéntate al lado de una pared con las piernas extendidas frente a ti.
2. Acuéstate mientras rotas el torso lejos del muro y colocas las piernas sobre él, formando una L con tu cuerpo.
3. Lleva los glúteos tan cerca como puedas a la pared, usando una manta doblada como colchón si lo necesitas.
4. Sostén de cinco a 20 minutos y sólo respira.
Voltea las palmas hacia arriba si necesitas recibir amor propio; hacia abajo si quieres conectarte a la Tierra.
Fuente: Women’s Healt