Si bien hemos “avanzado” bastante como sociedad para dejar atrás la idea de que ir al psicólogo es “cosa de locos”, todavía existen ciertas reticencias al momento de tomar la decisión, y los motivos son muy variados.
Sin embargo, la ayuda profesional y la terapia nos pueden servir para solucionar problemas del pasado, cerrar ciclos correctamente, mejorar nuestro presente y, en función de ello, cambiar nuestro futuro para bien. Estos son solo algunos motivos para una consulta
¿Por qué ir al psicólogo?
Como primera medida, debes desterrar esa idea o preconcepto de que para ir al psicólogo “estamos locos” o que “algo no va bien con nuestra cabeza”. En cambio, piensa que se trata de una forma de hacerte cargo de tus problemas y angustias, aprender de ellos y seguir adelante sin pesar.
Solicitar ayuda profesional no es sencillo y requiere de determinación que muchas veces no tenemos o no tomamos en serio, por el motivo que sea. Pero cuando sabemos que tenemos asuntos por atender (pensamientos, emociones, sentimientos) y queremos, por encima de todo, sentirnos bien con ellos (o a pesar de ellos), es cuando damos unos cuantos pasos hacia adelante y reservamos la primera cita con el profesional, bien sea en un espacio físico u online.
Llegado a este punto, debemos recordar una cosa: ir a consulta no es declararse derrotado. En ocasiones, no es posible hacernos cargo solos de lo que nos sucede y tampoco podemos saberlo todo.
Motivos para ir al psicólogo
1- Un espacio para ti
Quizás te pasas todo el día trabajando, haciendo las tareas del hogar o cumpliendo con obligaciones. No tienes tiempo para dedicarte a ti: ir al gimnasio o al salón de belleza, dormir una siesta o darte un baño de inmersión son placeres vedados por falta de tiempo.
Toma entonces la sesión como un merecido espacio para hacerte cargo de ti. Como si fuese un masaje, pero para el alma.
Querer una hora a la semana para solucionar tus problemas no es ser egoísta, sino una oportunidad para mejorar tus relaciones contigo y con los demás.
2- Te permite comprender.
Muchas veces las emociones toman el control y no nos permiten pensar o actuar con claridad. En otras ocasiones, no entendemos bien por qué hacemos ciertas cosas. Todos tenemos bloqueos, experiencias y situaciones que nos hacen decidir de una forma específica.
Ir al psicólogo nos puede servir, por ejemplo, para comprender por qué somos como somos o por qué siempre nos suceden las mismas cosas.
3- No te juzgaran
El psicólogo, realiza una sesión de escucha activa de tus problemas, sino que analiza tu forma de expresarte, tu lenguaje, tus gestos y tus reacciones.
De esta manera puede evaluar la situación y darte un punto de vista profesional sin calificar tu conducta.
4- Conseguiras otra opinión
Los terapeutas han estudiado para poder brindar a sus pacientes diferentes opiniones, valores o puntos de vista desde un ángulo más “objetivo”. Es decir, sin emociones ni tabúes de por medio como podría suceder con tu mejor amiga.
Podrás conseguir una explicación desde una óptica distinta y eso te servirá para actuar de forma diferente la próxima vez.
El psicólogo no está involucrado emocionalmente contigo y, por ende, su perspectiva es más amplia.
5-Hablar te hará bien
En muchas ocasiones el psicólogo se queda callado y deja que el paciente se dé cuenta por sus propios medios del error o de la situación en particular. Poner en palabras las emociones es fundamental y eso se consigue hablando.
Dejar que las lágrimas fluyan, que la ira se disipe o que la ansiedad se reduzca depende de cada uno… y de lo que expresamos en ese espacio reservado solo para nosotros.
6- Te desafía
Ir a terapia es como hablar con el espejo, solo que la devolución no siempre es la que deseamos escuchar. Un terapeuta no te dirá lo mismo que tus seres queridos, y eso ya es motivo suficiente para consultarle.
No te dará la razón el 100 % de las veces ni se pondrá de tu lado en cada situación. Así mismo podrás encontrar una solución a tu problema, un modo para destrabar un trauma o para sortear un obstáculo. Te desafiarás para mejorar, llegar más lejos y seguir adelante.
7- Tendrá herramientas para actuar.
Básicamente, un psicólogo no te dice aquello que debes hacer, sino que te ayuda para que tú mismo encuentres los métodos de conseguir un objetivo. Como primera medida, al identificar lo que te sucede.
Ir al psicólogo es una excelente idea, incluso cuando ningún trauma del pasado nos acecha cada día. Quizás no creas que tengas problemas suficientes, pero lo cierto es que siempre puedes mejorar como persona gracias a la terapia.
Fuente: Mejor con Salud
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