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La deuda del sueño es el resultado de la diferencia entre las horas que pasamos durmiendo y las que deberíamos dormir para estar en forma y activos. Cada persona tiene diferentes necesidades y precisa más o menos horas de sueño para levantarse descansado y en forma pero en general existe un mínimo establecido para todos.
Los expertos recomiendan dormir ocho horas diarias pero algunas personas necesitan diez y otras tan solo seis.
Según un estudio realizado en la Clínica del Sueño de la Universidad de Stanford , todos los minutos que día tras día nos perdemos de sueño y descanso para aprovechar más la jornada acaban acumulándose y causándonos un perjuicio.
Todo ello acaba por afectar a nuestra visión y a la memoria y se ha demostrado que, a largo plazo, incluso puede facilitar el desarrollo de obesidad y enfermedades cardíacas.
Lo negativo de todo esto es que no podemos recuperar el sueño; si un día dormimos cinco horas no por dormir diez al día siguiente logramos paliar los posibles efectos negativos que pueda tener la falta de sueño en nuestro organismo.
Pero es cierto que, si adquirimos una buena rutina y le concedemos más horas de sueño durante un tiempo, el organismo puede llegar a reajustarse para dormir las horas necesarias.
Por: Redacción
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