Seguramente has sentido el intenso dolor de cabeza provocado por una buena cucharada de helado o al beber agua muy fría. A ese suceso se le conoce coloquialmente como “cerebro congelado”.
El cerebro se congela
Sentir el cerebro congelado se trata de un dolor repentino y muy intenso. Esto sucede cuando una sustancia muy fría se introduce detrás de la nariz y el paladar, lo que provoca que los nervios de esta zona reaccionen.
Al sentir el frío provocado por el helado o la bebida, el cuerpo envía enormes cantidades de sangre caliente al cerebro, el cambio de flujo sanguíneo puede ser el responsable de este intenso dolor.
Este dolor, que suele presentarse en la frente y dura menos de cinco minutos, “se denomina cefalea del helado o cefalea por estímulos fríos y le ocurre a algunas personas al ingerir muy rápido alimentos o bebidas frías” explica la doctora de Harvard Celeste Robb Nicholson, agregando también que “el detonante de este dolor es en realidad una arteria situada en el cerebro”.
¿Cómo descongelar nuestro cerebro?
Aunque comúnmente desaparece en un par de segundos, existen algunas maneras simples de hacer que este dolor disminuya:
1.-Pega el pulgar a tu paladar
Usa el interior del pulgar para presionar el paladar superior y calentarlo para contrarrestar la congelación cerebral. La sensación cálida reducirá la molestia.
2.-Pon tu lengua contra el paladar
Esta acción calentará el área y ayudará a reducir la congelación cerebral. Mantén la lengua ahí por 5 o 10 segundos hasta que la congelación cerebral desaparezca.
3.-Usa tu aliento
Cubre tu nariz y boca con las manos, formando una máscara sobre tu cara. Respira rápidamente por la boca para calentarla con el aliento y contrarrestar la congelación cerebral.
Fuente: Muy Interesante
Redacción: Jair Méndez