Día Mundial de la Lucha Contra el Cancer

Desde el año 2010 la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) estableció el 4 de febrero como Día Mundial contra el Cáncer, con el objetivo de fomentar acciones de prevención y detección oportuna de los distintos tipos de cáncer para reducir los fallecimientos por esta causa a nivel mundial.

El cáncer es el proceso por el cual se da el crecimiento acelerado de células. Como es bien conocido tiene la capacidad de surgir en cualquier parte del cuerpo, afectando la zona donde aparece y esparciéndose a otras partes de éste. Lo cierto es que, mediante la evasión de factores de riesgo, muchos tipos de cáncer podrían ser evitados. Entre los factores a evitar podemos encontrar el humo del tabaco, las comidas poco saludables y el exceso de vida sedentaria. El cáncer también puede ser tratado con cirugía, quimioterapia, especialmente si se detecta rápido y en las etapas tempranas de la enfermedad.

Se tiene constancia que al menos un tercio de los casos de cáncer, pueden llegar a ser evitados. La principal estrategia que la OMS propone, consiste en un plan a largo plazo, que se centra en tres factores principales, ejercicio, evitar el tabaco y comer saludable.

El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, se calcula que 9.5 millones de personas en todo el mundo fallezcan a raíz del cáncer, es decir, alrededor de 26,000 muertes diarias, una cifra que incluso se espera que aumente.

Es necesario hacer una modificación en la alimentación y en la actividad física, para contrarrestar las células que podían llegar a contaminar el cuerpo y establecerse. El nexo entre la obesidad, el sobrepeso y el cáncer es innegable, ya que puede provocar cáncer de esófago, colon, recto, mama, riñón y endometrio. Con esto la OMS recomienda una dieta balanceada con muchas frutas y hortalizas, que ayudan a la protección contra las células cancerígenas. El consumo de carnes rojas de forma constante, aumenta la probabilidad de desarrollar células malignas para el organismo, siendo que las hormonas que inyectan en los animales pueden llegar a ser muy malas para el ser humano. Evitando comer carnes rojas tan seguido, reducimos la probabilidad de contraer cáncer de algunas formas, además de evitar enfermedades cardiovasculares.

De igual forma la contaminación ambiental del aire, el agua y el suelo por productos químicos carcinógenos causa entre el 1% y el 4% de todos los casos de cáncer. La contaminación del aire de interiores causada por fuegos de carbón duplica el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente entre las mujeres no fumadoras.

Fuente: CNDH

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