- Otorgarle confianza a tu marca ante el comprador: un nombre que contenga una región conocida, un nombre personal famoso o características particulares contribuyen en sembrar seguridad en el comprador o usuario de la calidad y funcionalidad del producto.
- Contar una historia: un nombre es capaz de contar con pocas palabras toda una historia detrás del producto, quién y cómo lo imaginaron, quién y cómo lo diseñaron y produjeron, y por qué manos pasó para llegar hasta a ti.
- Describir un valor agregado único a tu marca: muchos nombres llevan en sí mismos la descripción de una característica que lo hace superior a otros, el nombre en sí es un mensajero de lo que hace único al producto en cuanto a funcionalidad.
- Ser memorable: un nombre nos facilita, o complica, la recordación de nuestra marca. Existen marcas cuidadosamente diseñadas para que jamás se te olvide el nombre.
Cómo definir y defender tu marca
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