1. Adopta una actitud responsable, prestando atención a nuestros sentimientos. No sirve culpabilizar a un tercero. Acepta tus emociones sin juzgarlas.
2. Ahora que hemos aceptado nuestras emociones, debemos ser humildes y reconocer nuestros errores.
3. Tomar consciencia sobre lo que nos atormenta. Nuestra mente es experta en tapar sentimientos y aplazar soluciones.
4. No huyas de tus sentimientos. No te avergüences ni le des la espalda a tus emociones. Tu mente tratará de rechazarlos. Hemos aprendido que aquellas emociones incómodas son sinónimo de sufrimiento.
5. Vuelve atrás en el tiempo y trae tus emociones al presente. No hagas una montaña de tus sentimientos negativos.
El auténtico perdón se basa en observar lo que te provoca el conflicto interno. Y por último, no crees expectativas de cómo vas a sentirte tras el perdón.