Puede marcarse la diferencia y adoptarse una actitud lo más positiva posible frente a la enfermedad. Para ello es importante:
- Tomar conciencia y aceptar la propia situación lo antes posible.
- Tratar de percibir la enfermedad y el momento vital en el que uno se encuentra como un desafío, como un obstáculo a superar.
- Intentar no anticiparse ni preocuparse por lo que está por venir y que quizás nunca ocurra.
- Retomar el control sobre la propia vida. Buscar los aspectos que dependen de uno mismo, preguntarse qué cosas puede hacer uno para mejorar o sobrellevar mejor la situación.
- Establecer unos buenos hábitos donde prime la buena alimentación, el descanso, los momentos de disfrute y de ocio, el contacto con los demás, etc.
- Mantenerse ocupado.
- Rodearse de las personas más queridas.