Las muestras de solidaridad son los que nos hacen lo que somos, no el dinero ni la fama. Tal cual esta historia inspiró a muchos a unirse por una buena causa.
John Kinney visitó la casa de Gloria Scott para reparar la luz del techo y se dio cuenta que su casa necesitaba muchos arreglos. Buscó gente que lo quisiera ayudar y comenzó a remodelar su hogar.
Como muchos ancianos, Gloria Scott vive con ingresos económicos muy bajos y limitados. A veces, eso significa tomar decisiones difíciles: si el dinero es escaso, las reparaciones y el mantenimiento del hogar suelen ser las primeras cosas que se quedan en el camino.
La mujer de 72 años no sabía que no solo estaba contratando un electricista, sino también un hombre con un corazón gigante.
Profundamente preocupado por el estado de extremo deterioro en el que se encontraba la casa de Scott, Kinney no podía quitarse de la cabeza la desesperada situación de la mujer.
“Sin luces, agua corriente, la vi un viernes y se quedó conmigo durante el fin de semana. ‘Tengo que volver allí’, pensó.
Kinney creó una página de Facebook llamada “Una buena anciana necesita ayuda” para solicitar a otros comerciantes locales que también le echaran una mano. La respuesta llena de entusiasmo lo sorprendió.
Con una parte impresionante de la comunidad de Woburn, Massachusetts, Estados Unidos, que se unió a la llamada, hasta ahora, la casa de Scott ha recibido nuevos sistemas eléctricos y de plomería, nuevas ventanas y extensas reparaciones en las paredes, techos, escalones de entrada y porche que se derrumban.
El proyecto tuvo tanto éxito que Kinney decidió llevarlo al siguiente nivel. Al nombrar la iniciativa Gladiadores de Gloria, espera inspirar a una legión de caballeros de ideas afines con armadura brillante, eléctrica o de otro tipo, para ayudar a los ancianos necesitados en sus propias comunidades.