Habla con tu pareja y pregúntale todo lo que necesites
Dentro de una pareja cada una de las partes tiene antecedentes distintos, ha vivido experiencias distintas y, por supuesto, tiene preocupaciones diferentes. Por eso es posible que cada uno se moleste por unas cosas y, en este caso, aunque tú veas clarísimo que la expareja de tu compañero se ha convertido en un problema para vuestra relación, quizás la otra parte no se haya percatado de ello.
Lo que está claro es que tú no has vivido la relación que tu pareja y su ex han vivido y, aunque eres libre de opinar, no debes entrometerte en su relación. Por el contrario, es tu novio o novia quien debe decidir, junto contigo, qué demandas va a satisfacer y qué límites va a establecer.
En este sentido, conocer los antecedentes sentimentales de tu pareja es muy positivo, ya que te puede ayudar a entender su forma de actuar y pensar en muchas situaciones y, cómo no, te permite conocerlo mucho más. Por eso es fundamental que te intereses por su pasado y preguntes sobre todo aquello que quieras saber o sobre lo que tengas alguna duda. Así que, si tienes la sensación de que la expareja de tu novio o novia –o la relación que guardan– se ha convertido en un problema en tu relación, trata de hablar con tu pareja y averiguar, con tranquilidad, si sigue sintiendo algo por él o ella y si entiende por qué tú te sientes de esa manera.
No busques conflicto
Sabemos que puede resultar complicado, pero si quieres resolver el problema lo mejor es que ambos habléis con tranquilidad. Trata de no alterarte, gritar o atacar a tu pareja cuando tratéis el tema. De ser así, podría interpretar que simplemente estás “celosa” y no alcanzar a entender lo que de verdad supone para ti este problema. Recuerda que no es malo que le transmitas tus dudas e inseguridades. Tu pareja debe estar ahí para lo bueno y lo malo y debe ayudarte a superar esos miedos poniendo de su parte cuando sea necesario.
¿Qué hacer si no encuentras una solución?
Si hablar con tu pareja y trata de llegar a un acuerdo no ha dado resultados, nunca deberás obligarla a que haga lo que no quiere hacer ni deberás “tomarte la justicia por tu mano”. En esta situación, tu papel se limita a transmitirle a tu pareja tus preocupaciones y miedos y en poner de tu parte para encontrar una solución. Pero si después de hacer esto tu novio o novia no responde como a ti te gustaría o como crees que es justo y, además, él o ella no entiende por qué te sientes de esta manera, deberéis plantearos si todavía queréis seguir juntos.
Fuente: En femenino