Cuando por dos pesos más te llevas una cubeta del doble de palomitas en el cine estás siendo víctima del efecto señuelo.
Tal vez no querías un kilo de palomitas, pero cómo ibas a desperdiciar esa gran oportunidad.
Y tal vez tú crees que estás ahorrando, pero es una forma de hacerte gastar más donde el que gana es el vendedor.
¿Y qué crees? Los hombres suelen caer más en este engaño porque al tener más testosterona toman más decisiones impulsivas.