Una relación de rebote es la que empiezas luego luego de haber terminado otra, y las razones que te llevan a involucrarte inmediatamente en otro lío amoroso dependen de tu personalidad, qué tanta cruda emocional te dio el truene y qué tan resistente eres al duelo. En general, existen tres razones clásicas por las que decidimos apostarle a un nuevo clavo:
1. Por miedo a la soledad: hay personas que necesitan, sí o sí, una conexión emocional con otras para sentirse bien. Como les cuesta estar solas, usan a otras como salvavidas. Nada más de pensar en ir solos o comer o al cine, se quieren matar. En realidad, no temen a la ausencia física de la pareja, sino a quedarse solas con sus pensamientos y sentimientos.
2. Para llenar el hoyo que dejó el amor perdido: cuando estamos en pareja, el cerebro se acostumbra al afecto y a la compañía, liberando hormonas felices de manera natural. Cuando truenas, tu cerebro sigue funcionando tal y como se había acostumbrado, por eso es natural que sientas la necesidad de buscar a otra persona que supla ese “vacío” que dejó tu ex.
3. Evadir el dolor de haber cortado: hay gente que no tolera el duelo y decide ahogarse en las feromonas de otra persona, para evitar que lleguen a la tristeza o el enojo tras la pérdida.
TEAM REBOUND
Aunque son un arma de doble filo, varios estudios han comprobado sus beneficios
POR QUÉ SÍ…
-Mejoran tu perspectiva romántica. Cuando cortas, sientes que nunca más vas a encontrar a alguien. Digamos que pierdes la fe en el amor, así que un nueva relación por muy pasajera, te devuelve la esperanza.
-Disminuye tu dependencia emocional. Cuando cortas pasas por un periodo de idealización en el que crees que tu ex es lo mejor del mundo, pero darte la oportunidad con alguien más te hace verlo de manera objetiva. Aguas con hacerte dependiente del nuevo.
-Te abren la posibilidad de un nuevo amor. Aunque comience como una relación “salvavidas”, si resulta que tienen muchísima química y se la pasan increíble, se puede convertir en algo serio. Lo bueno es que como solo te quieres distraer, no hay expectativas.
-Te ayudan a salir del bache emocional. Cuando tienes un date, no te queda de otra más que quitarte la pijama, arreglarte y poner tu mejor cara cuando llegas, eso ya es un gran paso.
POR QUÉ NO…
Si la relación de rebote no es buena, corres el riesgo de que…
-Afecte tu autoestima y tus perspectivas a futuro, porque vas a pensar que no hay nadie bueno pa’ ti.
-Tus sentimientos de soledad se intensifiquen y quieras volver con tu ex todavía más.
-Se complique tu proceso de recuperación, porque aparte de lidiar con la ruptura anterior, ahora tienes que lidiar también con esta decepción.
-Te vuelvas medio resentido, como no te funcionó dos veces seguidas, vas por la vida hablando pestes de tus exes y te llenas de tanto coraje que te va a costar mucho vincularte con alguien más.
TEAM SINGLEHOOD
Si estábamos acostumbrados a patrones tóxicos, tenemos que parar a reflexionar y conocernos en soledad, para saber qué queremos.
POR QUÉ SÍ…
Completas el proceso de duelo. Esto te da la posibilidad de verdaderamente superar a tu ex, reflexionar sobre lo que salió mal o bien y quedar listo para darle la vuelta a la página y dejar que entre algo nuevo.
Te conoces mejor, te vuelves más exigente. No solo ves con mayor objetividad la relación y la ruptura, también aprendes a reconocer lo que quieres y lo que no. Cuando estamos en pareja, una parte de nosotros cede con la finalidad del proyecto en común y la soledad nos permite volver a ser nosotros mismos.
Te enfocas más en tus proyectos. Cuando andas de romántico, tu proyecto más grande es la pareja, pero estar un rato solo te deja tiempo para TUS cosas.
Tienes más tiempo para tu familia y amigos. Acéptalo, cada que tienes novio/a haces a su familia TU familia, se te olvidan tus amigos y cada segundo que tienes libre es para tu pareja. Soltero puedes ver a tus primos, a tus amigas y pasar más tiempo con tus papás.
POR QUÉ NO…
Te acostumbras a tus modos. Cuando te das demasiado tiempo de duelo, te haces a tus modos y luego te cuesta mucho trabajo ceder en ciertos aspectos de la vida, lo cual te puede complicar las relaciones en un futuro.
Cada vez te da más flojera. Es como cuando no vas al gimnasio el lunes, al día siguiente no estás motivado, y el viernes pues ya pa’qué, ¿no? Así tu empiezas a poner al ex de pretexto para no conocer a nadie nuevo y te estancas.
Te dejas ir. Y hablando de gimnasios, es bien fácil ahogarse en las penas de uno y tragar mientras lloras porque estás bien triste, estar soltero durante mucho tiempo te da muchos pretextos para quedarte en cama sin cuidarte.
¿Entonces? No hay receta perfecta, pero poner punto final a una relación antes de aventarte a otra, te da chance de descubrir qué quieres y con qué tipo de persona, y así desarrollar una relación con otro nivel de amor, madurez y compañerismo. Dicho eso, tampoco te cierres si un par de meses después de cortar conoces a alguien increíble que te cambia la forma de ver la vida. Y sí, cada truene duele, el chiste es agarrar fuerza para volver a empezar. Nunca sabes cuál va a ser la buena.
Fuente: Revista Moi