Las muestras de afecto con las que los humanos reaccionan ante los animales han quedado retratadas en diversas grabaciones o imágenes que, una vez que se suben a redes sociales, suelen volverse virales.
Ahora se suma Trish Brewster, una habitante del pueblo de Kyleakin, ubicado en la Isla de Skye, Escocia, que instaló una ‘cafetería’ en el jardín de su casa para que los animales silvestres que suelen visitarla cada noche tengan algo que echarse a la boca; la llamó Wild West Wildlife Cafe.
La idea ha resultado un éxito, pues cada noche la mujer de 55 años recibe la visita de tejones, pavos reales, ratones de campo y pájaros hambrientos. En el menú hay cacahuetes, pasas, mantequilla, mermelada, queso y, a veces, huevo. Si bien Trish no obtiene beneficio económico de este negocio, goza de una gran ventaja: poder disfrutar de la presencia de estos animales, aunque admite que a veces resulta complicado y caro mantener contentos a sus “clientes”.
Además, la mujer instaló una cámara frente a la puerta de cristal que da a su jardín para filmar a los comensales y no perder detalle de lo que sucede cuando no está presente.