Siempre hemos pensado que escuchar a alguien es un arte. A todos nos toca hacerlo alguna vez en la vida, quizá con los problemas de nuestras familias o nuestros amigos. Pero no es un secreto que esto no es tan fácil como lo pintamos, generalmente no escuchamos por estar pensando en qué vamos a contestar o pensar en algún consejo que le podamos dar a la persona. Pero ¿no será que hemos aprendido a escuchar de una manera incorrecta? En la mayoría de los casos las personas solo buscan ser escuchadas, un lugar seguro para descargar lo que sienten y así obtener apoyo de alguien más.
Te dejaremos algunas técnicas que pueden ayudarte a practicar una mejor escucha:
- Escucha para entender, no para responder. Este nos parece un punto sumamente valioso. Muchas veces solo nos preocupamos por lo que diremos, por el consejo que daremos y qué tan acertado sea este para la vida de la persona. Si lo vemos detenidamente, escuchar para responder solamente nos trae satisfacción propia al poder decir que ayudamos a la persona. En cambio, cuando se escucha para poder comprender la dinámica de la conversación, esta cambia y pasa a ser completamente a favor del escuchado. Al entender a la persona podemos sacar mejores conclusiones y contener sus emociones de una manera más adecuada.
- Algunas frases que puedes decir. Antes que todo quiero invitarte a dejar atrás frases como “hay personas en el mundo que la están pasando peor que tú”, “por lo menos no te pasó lo de fulanita”, “creo que eso no es un problema”, “lo estás maximizando”. Todas las frases que puedan minimizar el dolor de la persona pueden hacer mucho daño, recuerda que todos vivimos las experiencias de un modo distinto. Sustituye estas frases por “puedo entender por lo que estás pasando”, “¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?”, “entiendo tu dolor”.
- Refleja la emoción que tiene la persona. Muchas veces la persona necesita que le digamos lo que está sintiendo; una manera de que la persona entienda esto que siente es reflejándoselo. Por ejemplo, si una persona se siente triste decir frases como “veo que eso te hace sentir muy triste, debe ser muy difícil para ti pasar por esta situación. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?” ayuda a reflejárselo. Validar esa emoción como estar triste, enojado o frustrado, haciéndole saber que no está mal, es lo que muchas veces las personas necesitan escuchar.
Escuchar definitivamente es un arte, hay que hacerlo con cuidado y utilizar las palabras correctas para que la persona pueda sentirse mejor y de alguna manera más aliviada. Trata de crear espacios seguros en los que las personas y tú se sientan cómodos.
Fuente: Mujer