El Escultor chileno Ricardo Vivar que creaba obras con desechos industriales, se le encargó crear una escultura que hablara de las historias que contaban los atlixquenses de ovnis, así que el artista con cascarón de aluminio recreó la forma del platillo volador que las personas decían haber visto.
Esta escultura está inspirada en las historias que cuentan sobre las naves extraterrestres y trata de imitar lo que dicen haber visto, la escultura mide 7 metros y tiene 8 metros de largo.
Es visible desde la carretera a Atlixco porque está en el cerro de la Casita Blanca de Metepec, que está a 10 minutos de Atlixco.
Este monumento OVNI es único en México todo comenzó en los 90s cuando los pobladores iban a la policía para informar que habían visto luces en el cerro, cosas que pasaban volando y se quedaban estáticas.
Pronto este hecho se volvió famoso pues nunca pudieron saber que cosa eran las luces voladoras, el pueblo de Metepec empezó a tener mucho turismo que quería ver los OVNIS, muchos aseguran que las luces salen del cráter de Popocatépetl y que después van al cerro.
Otra cosa extraña del lugar es que en este sitio se encuentra el punto marconi, que es un punto muerto sobre la carretera de Atlixco y Metepec san Baltazar Atlimeyaya dónde los coches parecen ir cuesta arriba desafiando la gravedad. Pero se ha comprobado que es solo una ilusión óptica.