Datos curiosos del sudor

El sudor en sí mismo no huele. Es la bacteria que vive en tu cuerpo, que mezclada con el sudor le da ese mal olor. Y cuando llegas a la pubertad, ciertas hormonas afectan las glándulas de tus axilas; estas glándulas hacen que el sudor realmente huela mal.

¿Todos tenemos bacterias en la piel?

El origen de este mal olor están en las bacterias de nuestra piel, la llamada flora bacteriana, y suele manifestarse cuando existe una falta de higiene. Como el medio idóneo para el desarrollo de las bacterias son los lugares húmedos, cálidos y poco iluminados, las axilas, ingles y pies son partes del cuerpo más proclives a desarrollar mal olor. Zonas en las que además las glándulas apocrinas son muy numerosas.

La flora bacteriana varia en función de cada individuo, porque el desarrollo de las bacterias cambia en función de la higiene, cantidad de vello o sudoración. Además otros factores pueden acentuar este olor característico, como ingerir ciertos alimentos, medicamentos, circunstancias específicas, lugares, temperatura exterior, estrés o actividades que provocan una fuerte sudoración, como el ejercicio físico.

¿Cómo se puede combatir el mal olor corporal?

La forma más efectiva para atajar el mal olor es una correcta higiene, que consiste en un aseo corporal diario, prestando especial atención a las zonas problemáticas, repitiendo tantas veces como sea preciso. Para eliminar las bacterias que causan el mal olor, a veces es necesaria la utilización de un gel antibacteriano hasta eliminar completamente cualquier rastro de los microorganismos causantes. No hay que olvidar que la eliminación del vello en las axilas frena en cierta medida una proliferación bacteriana.

Para una correcta higiene y erradicación del problema es necesario el uso de un antitranstpirante efectivo que reducirá la transpiración y la humedad en las zonas afectadas. Si este antitranspirante contiene en su fórmula agentes desodorantes, contribuirá a una mejor sensación y bienestar. Hay que recordar que nunca se debe enmascarar un olor, siempre se ha de eliminar su causa para obtener un resultado real y definitivo.

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