Te recomendamos estos hábitos para dormir bien:
El horario: Fija un horario estable para ir a la cama y para despertarse. Si por alguna razón excepcional (por ejemplo, el fin de semana) trasnochas más de lo previsto, no te levantes al día siguiente excesivamente tarde. De esta forma, aunque pasarás sueño un día, no alterarás el ciclo de sueño al que tu organismo está acostumbrado y podrás funcionar con normalidad durante el resto de la semana.
El dormitorio: Procura que tu dormitorio sea cómodo, mantenlo bien ventilado y a una temperatura agradable (aproximadamente unos 22ºC), aislado de ruidos y luz. Utiliza un colchón confortable y, en caso de usar almohada, que ésta no sea muy alta.
Ejercicio: Mantente activo. Haz ejercicio moderado con regularidad, ya que favorece el descanso ayudándonos a liberar tensiones. Pero no lo hagas al menos tres horas antes de ir a dormir, pues a corto plazo tiene un efecto activador. La única excepción es la actividad sexual, que no perjudica el sueño.
Estimulantes: No tomes café ni té por la tarde y, al menos 4 horas antes de ir a dormir. Tampoco tomes demasiado chocolate. Beber mucho alcohol produce somnolencia, pero puede provocar despertares nocturnos, y abatimiento a la mañana siguiente.
Obligarse a dormir: Si al cabo de un rato (quince o veinte minutos aproximadamente) de acostarse no logras dormir, no pierda la paciencia dando vueltas; levántate de la cama y realiza alguna actividad relajante (leer, escuchar música …) hasta que te entre sueño.
En general, no olvides que…
Es más importante la calidad que la cantidad.
Fuente: Eboluzio