La salud entra por la boca
Rutinas alimentarias adecuadas y estilo de vida saludable. Según los expertos estos son los dos pilares básicos mediante los cuales se evita la obesidad infantil y se reducen, al mismo tiempo, las posibilidades de que se puedan sufrir determinadas patologías cuando se llega a la edad adulta.
La etapa infantil es donde más cambios físicos e intelectuales se producen y por eso es tan importante una alimentación equilibrada.
El objetivo es que los niños y las niñas aprendan a alimentarse por sí mismos y disfruten con ello. En este sentido, lo primero a tener en cuenta es que el momento de sentarse a la mesa no debe ser traumático o complicado, pero tampoco un premio para compensar cualquier inconveniente que se haya tenido durante el día.
Es importante establecer horarios regulares para las distintas comidas que hacemos a diario porque es una forma de crear hábitos entre los más pequeños que les ayudarán a tener una alimentación más adecuada a sus necesidades de cara al futuro.
Cinco alimentos para añadir a la cesta de la compra
Hay algunos alimentos que son de gran ayuda a la hora de mejorar y equilibrar la alimentación de toda la familia y por supuesto de los más pequeños de la casa. Estos son algunos de ellos:
1. El huevo es uno de los alimentos más nutritivos que podemos poner en el carro de la compra. Es una gran fuente de proteínas, apenas contiene grasa y es de gran ayuda para el crecimiento y la actividad cerebral de niñas y niños.
Las posibilidades del huevo en la cocina son casi infinitas, desde los clásicos huevos fritos a cocidos, escalfados, revueltos o en tortilla. El huevo es un ingrediente sano y muy versátil.
2. Los arándanos tienen un alto contenido en fibra, contiene flavonoides que ayudan al desarrollo de la memoria y a la mejora del aprendizaje y es de gran ayuda para evitar infecciones digestivas y urinarias.
Es una fruta perfecta para llevar al recreo del colegio por lo saludable y lo cómoda que es de transportar y de consumir.
3. El yogur es otro de esos alimentos que tenemos que poner en la cesta de la compra siempre que se pueda, porque contiene calcio y proteínas, es más fácil de digerir que la leche y ayuda al correcto desarrollo de los huesos.
El yogur reduce la posibilidad de diarreas y es una buena fuente de vitaminas del grupo B, magnesio, fósforo y zinc. Y si nos decantamos por el kéfir los beneficios son aún más interesantes para toda la familia.
Fuente:ElComercio
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