La risa tiene cualidades terapéuticas, pero también es decisiva al momento de elegir y conservar a la pareja. Compartir la vida con alguien que nos haga sonreír es mucho mejor.
Un estudio de Eric Bressler, investigador de la Universidad McMaster de Canadá, descubrió que el sentido del humor es un pilar fundamental para mantener una relación amorosa saludable, pero también es un factor que influye al momento de escoger a la pareja correcta.Bressler concluyó que el 62% de las mujeres eligen como compañeros a hombres que las hacen reír, mientras que el 65% de los hombres prefieren a las mujeres que aprecian sus chistes. Esto se explica en que existe una relación directa entre el humor y la inteligencia y para las mujeres este vínculo es indispensable para establecer una relación.
El famoso psiquiatra Sigmund Freud, en 1927, analizó cómo se produce el humor en el cerebro y determinó que el sentido del humor de una persona está relacionado con el nivel cultural y contextual de una persona y se determina por sus experiencias de vida.
Entonces, hacer una broma implica un proceso complejo en el cerebro, que despierta la inteligencia, que atrae a las mujeres más que a los hombres.
Como consecuencia, el humor puede predecir qué tan exitosa puede ser una relación. No se trata solo de ser graciosos o de reírse por todo; sino que ambos deben compartir el mismo código, que congenien, que ambas personas disfruten con las mismas cosas.
El psicólogo estadounidense John Gottman, experto en terapia y relaciones de pareja, aseguró que las relaciones de pareja se soportan en cuatro bases: el sexo, la economía, la comunicación y el humor.
Algunos científicos han analizado la forma en la que nuestro cuerpo reacciona ante la risa y determinaron que es similar a la del orgasmo. Es decir, para que se produzcan, ambos tienen que tener estímulos generadores de deseo y motivación, que acumulen tensión o excitación y se interprete como algo agradable. Cuando se producen, tanto la carcajada como el orgasmo viajan a la misma zona del cerebro, al sistema límbico, que interpreta el estímulo como positivo liberando no solo tensión a través de la carcajada o el orgasmo sino también hormonas y neurotransmisores.
Fuente:RevistaFamilia