¿Te ha pasado? Que visitas un restaurante y hay niños corriendo, gritando hasta aventando cosas y sus padres bien gracias, pues en este restaurante acaban de prohibir la entrada de estos niños berrinchudos.
Pareciera que las nuevas generaciones tienen un chip integrado de desobediencia pero la verdad es que son los padres quienes han permito que esto suceda por lo que se han llegado a tomar medidas contra esta situación.
En Southampton, Inglaterra, la dueña de un negocio decidió ponerle punto final a los niños que no hacen caso a sus padres prohibiéndoles la entrada, suena muy fuerte pero la decisión tiene que ver más con una cuestión de salud.
“Es culpa de sus padres. Simplemente no los disciplinan, el 75% de los niños que vienen están gritando y corriendo y no sentados. Especialmente con el COVID-19, todo el mundo tiene que estar sentado en el pub y eso me ha llevado a un punto crítico y he tenido suficiente”, expresó la dueña.
La ola de comentarios de los habitantes de la zona de New Forest han sido en su mayoría negativa. Más considerando que es uno de los pocos locales libres de gluten y los niños celíacos se verán perjudicados por la decisión.
Sin embargo Lucy Draper, dueña del local se ampara en que es una medida de higiene para evitar contagios por Covid-19 además de que les contesta a todas las personas que la han criticado:
“Este pub es un ambiente para adultos. No debería ser una guardería para niños y la mayoría de mis clientes habituales están allí todos los días o dos o tres veces por semana solo para tomar una copa o comer tranquilamente.” finalizó.