1. Elige tu lado bueno
Todos tenemos un lado bueno. Encuentra el tuyo y poténcialo. Una pista, la mayoría de gente asegura que su lado bueno es el izquierdo. Empieza a investigar por ahí.
2. Usa luz natural y evita la que no sea frontal
La luz natural es la que podemos obtener del sol o incluso de la luna, y si quieres que tu foto o selfie quede bonito sin tener que utilizar un set de luces, es la mejor por la que puedes optar. Además, en este tipo de fotografías es importante evitar la luz directa a no ser que sea frontal.
3. Si tienes la oportunidad, elige la hora dorada o la hora azul
Antes de que se ponga el sol, una tonalidad dorada inunda el paisaje. Esta es una de las luces preferidas por los fotógrafos y los cineastas y no es casualidad, pues durante esos momentos los colores son más brillantes e intensos y el cielo cobra un color azul que contrasta muy bien con los demás elementos.
También puedes optar por la hora azul. Justo después de que se ponga el sol, el cielo suele adoptar una tonalidad azul que también queda muy bien en las fotografías.
4. Evita los brillos de la cara
En todas las fotos es importante, pero en los selfies, es vital. Si quieres evitar que te brille la cara lo mejor es que justo antes de que te saquen (o te saques) la foto, te pongas un poco de polvos o con un pañuelo, te elimines los brillos de la piel.
5. Mejor sin flash
Si puedes optar por luz natural y evitar el flash te será más fácil salir favorecido o favorecida.
6. Prueba a cerrar los ojos ligeramente
Si te estás haciendo un selfie y eres de los que abren mucho los ojos para las fotos, cuando veas el resultado parecerá que estás asustado. Una técnica muy común es entonar un poco los ojos para suavizar la mirada y parecer más relajado o relajada. Eso sí, debe ser un gesto muy ligero para no parecer algo dormido. Hazlo si puedes, pero si ves que no te favorece, deja tu mirada natural. La cuestión es que parezca que la foto no está preparadísima. Cuanto más natural, más te gustará el resultado.
7. Si no te convence, prueba a no mirar a cámara
Si has probado lo anterior y no te acaba de agradar el resultado, puedes probar a no mirar directamente a cámara. La opción más sencilla es desviar un poco la mirada hacia el suelo, pero salir siempre así puede acabar siendo muy aburrido. Prueba para mirar a cualquier punto del horizonte y antes de disparar y observa si te gusta el resultado.
8. La boca, también relajada
Lo importante para salir bien es parecer relajado y natural, por lo que las sonrisas forzadas serán en este caso tu peor enemigo. Un buen truco para conseguir una sonrisa natural —si es que no te sale sola, claro— es colocar la lengua tras los incisivos o en el paladar.
9. Potencia lo que más te gusta y disimula lo que no
Aunque parezca básico, es algo que muchas veces se nos olvida. Si queremos sacarnos un selfie o cualquier foto y no nos gusta cómo salen nuestras orejas, lo mejor es que nos coloquemos o peinemos para que estas no ocupen un primer plano, mientras que si nuestros labios nos encantan, lo mejor es que los potenciemos con gloss o nos los pintemos para que sean lo que más llama la atención.
10. Mantén el cuerpo relajado
No te pongas rígido/a cuando van a sacarte una foto ni tampoco eleves demasiado el cuello. Hay que salir natural pero no mostrar pachorra. Lo mejor es que mantengas el cuerpo recto y que separes un poco los brazos del tronco y las piernas entre sí. Eso sí, solo un poco.
Otra opción es ponerte de lado y girar solo la cara hacia la cámara.
11. Coloca un hombro más cerca de la cámara que el otro
Un truco para salir mejor es no salir nunca de frente al 100%. Para parecer más estilizado o estilizada lo mejor es salir con un hombro más cercano a la cámara y el otro más alejado.
12. No a las piernas juntas
Si algo hemos aprendido de los influencers es que hacer como que caminas, o lo que es lo mismo, adelantar una pierna un poco a la otra —incluso si estás sentada—, es muy pero que muy favorecedor. Por lo que una opción es ponerte ligeramente de puntillas con uno o con los dos pies. Incluso puedes combinar las puntillas con la pierna adelantada o con la postura de caminar. Como todo lo demás, esto es ir probando y viendo qué es lo que más te gusta.
13. Las manos, a los bolsillos o cogiendo algo
Si no sabes qué hacer con las manos, algunos trucos que ayudan mucho son: sostener algo con una de ellas, poner al menos una detrás del cuerpo o meter una, o las dos, en los bolsillos del pantalón o del abrigo.
14. Si ninguna postura te convence: actúa normal
Si has probado a posar adoptando la postura anterior pero, aun así, no te gusta el resultado, prueba a poner el temporizador y moverte de forma natural para que la cámara capte tu movimiento. Puedes tocarte el pelo, recogértelo en una coleta, quitarte las gafas de sol o ponértelas, colocarte los pendientes, o mil cosas más.
15. ¿Todo sigue mal? Prueba a cambiarte el peinado
Muchas veces el peinado rompe la composición monótona de la foto y de repente, soltarte la coleta convierte tu selfie en una gran foto o al revés. Si ves que con el peinado que habías pensado, no acabas de conseguir la armonía en tu foto, arriésgate hacer cambios.
FUENTE: Los 40