Con frecuencia muchos han oído hablar sobre las ventajas que trae para la salud incluir dentro de los hábitos alimenticios el consumo de ciertos alimentos, entre ellos las frutas, dado a sus propiedades favorables para la salud, y, por ende, su aporte para prevenir el desarrollo de enfermedades.
Por ese motivo es importante romper con ese mito, e intentar incluir frutas a la dieta diaria para obtener todos sus beneficios. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de frutas, así como el de verduras, no solo ayuda a mejorar la calidad de vida, también a reducir algunas enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías y determinados tipos de cáncer.
La Organización señala que estos alimentos ayudan a prevenir el aumento de peso, brindan vitaminas, minerales, fibra alimentaria y un cúmulo de sustancias no nutrientes beneficiosas, como fitoesteroles, flavonoides y otros antioxidantes, que pueden ayudar a obtener beneficios como saciar el apetito, perder peso, regular el tránsito intestinal, mantener el cuerpo hidratado y eliminar las toxinas.
“Como parte de una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sodio, la OMS recomienda consumir más de 400 gramos de frutas y verduras al día para mejorar la salud en general y reducir el riesgo de determinadas enfermedades no transmisibles”, señala la organización a través de su página web.
Una manera fácil de hacerlo es incluyendo una porción de fruta en el desayuno y combinarla con proteínas o carbohidratos para que la primera comida del día sea muy nutritiva.
Entre las frutas más recomendadas por la pedagoga en educación física y nutricionista Elisa Morales Lupayante, quien escribe para el portal Mejor con Salud, están la manzana, el banano, la sandía, los arándanos azules y rojos, la fresa, las ciruelas, las frambuesas y las cerezas.
De acuerdo con medios especializados, la combinación de frutas con yogur es ideal por el alto contenido de vitamina B12 que posee, pues un producto lácteo tiene diversos nutrientes que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, así como probióticos, que muy beneficiosos para la salud digestiva.
Ahora bien, pensando en aquellos que no pueden dejar el pan a la hora de desayunar, una opción para hacerlo de manera saludable, es consumir pan integral, que tiene tres veces más fibra que un pan blanco, y acompañarlo con fruta picada.
Por último, la gacha de avena y fruta es otra opción para iniciar el día. Esta preparación, de origen inglés, aporta al organismo fibra, vitamina B1, aminoácidos esenciales y pequeñas dosis de calcio, ácido fólico y otras vitaminas.