Las crisis de edad: a todos nos pasa

Todos nos hemos entrado con crisis de edad porque son parte de los cambios que tenemos que vivir al crecer, y aquí te explicamos en qué consisten algunas de ellas.

A continuación te damos ejemplos de alguans de las crisis de edad más comunes.

Entre los 15 y los 20

La juventus no es excenta de dificutlades. Es una etapa mágica, llena de decisiones vitales, virajes inesperados, alegrías y sinsabores.

En este segmento de nuestra vida hay dos vertientes principales: Realismo y Autoconfianza

Somos golpeados por una onda de realismo que nos puede dañar. Tenemos una visión demasiado romántica del amor a esta edad puede maximizar los celos, las reacciones violentas o la frustración. Los psicólogos sugieren herramientas para gestionar el desamor y eludir el mito del amor perfecto.

También, los pocos años alimentan las inseguridades. Debes conocerte a ti mismo, identificar tus fortalezas y plantear tus sueños. A partir de ahí, creer en ti y trabajar por lo que te ilusione.

Crisis de edad a los 30

Irse a vivir en pareja o no, tener hijos o posponerlo, afrontar los primeros despidos, un divorcio, etc. La treintena también tiene sus momentos de crisis y hay que aprender a superarlos.

Este tiempo tiene muchas decisiones que realmente tendrán un impacto fuerte en la vida. Alquilar en vez de atarse a una hipoteca, congelar los óvulos para posponer unos años la maternidad o rechazar una propuesta de matrimonio porque ‘aún es pronto’ permite sopesar las decisiones y dar los pasos a su debido momento

Ante ese momento demoledor en el que todos los amigos se casan y tienen hijos, se debe superar el terror a hacer cosas solo y abrirse a nuevas relaciones: clubs deportivos, los compañeros del trabajo, entre otros. Si a los 20 lo importante es la cantidad de contactos sociales, los psicólogos recalcan que a los 30 la clave es la calidad de los mismos.  

A los 40

A veces uno siente que sus capacidades profesionales están desaprovechadas. Otras, necesita huir de un ambiente laboral tóxico. Cambiar de empresa no es una traición al jefe, es un paso en tu evolución personal.

Un cambio de trabajo, o incluso de profesión son una de las mayores presiones de este tiempo. Además usualmente para este momento también es posible que se considere una vida más estable en pareja, ¡eso tampoco es fácil!

Crisis de edad a los 50 y 60

El síndrome del nido vacío y el paso del ecuador vital al superar el medio siglo de vida genera una crisis existencial severa. A esa sensación de que ‘a partir de aquí, todo va para abajo’ hay que confrontarla con cambios que revitalicen las ganas de vivir.

A los 70

Jubilarse no equivale a dejarse morir. Al contrario, si eres de los afortunados que ha ahorrado o cuenta con una buena jubilación, entonces es tiempo de disfrutar la vida con más tranquilidad.

Sin las limitaciones de los niños ni del regreso a la oficina. El concepto de tiempo libre en toda su dimensión comienza ahora. Puedes viajar sin preocupaciones, por ejemplo. Además ahora podrás dedicarte a esos proyectos de voluntariado que no podías hacer antes por falta de tiempo. Ordenar la biblioteca de un centro cultural, colaborar en huertos urbanos, etc. Si además son tareas cerca de gente joven tiene un efecto de recarga de energía muy enriquecedor.

Todo cambio representará una potencial crisis, pero será fácil atravesarla si cuentas con las herramientas necesarias y logras una visión más amplia de lo que deseas para ti. ¡Suerte!

Por redacción

Editora: Ditza Flores Castillo

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