Algunas de las formas más efectivas para vencer la procrastinación tienen que ver con el orden y con establecer un método de trabajo.
Para empezar, puedes manejar una lista de tareas pendientes y determinar cuáles son las prioritarias y más difíciles.
Empieza por lo más complicado siempre. Son éstas las tareas por las que debes empezar primero por la mañana, cuando tienes más energía para sacarlas adelante.
Otro consejo muy importante es no darle mucha vuelta al asunto de lo que tienes que hacer y empezar a poner manos a la obra.
Tal vez nunca llegue el momento en que te sientas realmente motivado o tengas el suficiente “tiempo libre” en tu agenda para empezar dichas tareas.
Si no empiezas esa tarea importante, siempre estará en tu lista de pendientes y será una fuente de estrés inagotable. Por eso, entre más pronto la inicies más cerca estarás de concluirla. Asume tu responsabilidad y sácala adelante.
Una de las medidas más importantes que puedes tomar es alejarte de las distracciones.
Por ejemplo, puedes establecer una hora de la mañana, otra por el mediodía y otra por la tarde para revisar tu correo.
Define un tiempo limitado para ver tus redes sociales o mensajeros. Pon tu teléfono en silencio para que evites ser distraído minuto a minuto por notificaciones de compañeros o de otro tipo.
Muchas personas señalan que solamente pueden trabajar con música.
Si es tu caso pero luego terminas engañándote con las canciones y perdiendo la concentración, trata de que las pistas que pongas en el fondo sean simplemente música instrumental, sin letra.
No uses para el trabajo la misma música que pones al momento de hacer ejercicio o cocinar.
Finalmente, algo en lo que tienes que poner mucho énfasis es en el establecimiento de plazos límites que debes cumplir.
Es probable que tus jefes o clientes no te pidan una fecha específica para una entrega de un trabajo, sin embargo tú debes establecerla, pues dejar una tarea por hacer en tiempo indefinido es el primer paso para no realizarla.