Sobrevive a tu primer día de trabajo sin morir en el intento

Entrar a un nuevo trabajo no tiene que ser un desastre. Aquí te dejamos una guía de qué hacer para que bajes tus nervios y causes una buena primera impresión. Una vez que estés dentro, solo sigue estos consejos:

Lo que no debes hacer…

Llegar hasta con el perico. Lleva lo mínimo necesario y procura tener siempre las manos desocupadas para saludar. Está bien llevar cuaderno, pluma y botella de agua, pero no llegues el primer día a querer poner fotos hasta de tu perro.

Hacerte el sabelotodo. No interrumpas a las personas y no trates de acaparar la atención. Ya te contrataron, no tienes que demostrar que eres superior. Siempre puedes aprender algo nuevo de todos.

Hablar mal de tu empleador anterior. No hables pestes de la empresa anterior, porque eso habla más de ti que de ellos. Encuentra un punto medio y no hables de más, la prudencia es un gran valor.

Sí debes…

Pon el celular en silencio. Algo tan simple como esto te puede dar muchísimos puntos. Lo último que quieres es ser el que interrumpe una junta.

Comunícate. Ten claro qué es lo que se espera de ti y cómo prefiere tu jefe que sea la comunicación. No asumas nada. Antes de irte, SIEMPRE pregúntale si requiere algo adicional.

Recuerda

Primeros 30 días: sácale todo el provecho a las capacitaciones, conoce a tus compañeros y las áreas, aprende procesos de la empresa y los productos o servicios.

Primeros 60 días: dedícate a estudiar las mejores prácticas de la industria. Establece metas, solicita retroalimentación, haz relaciones sociales e identifica mentores.

Primeros 90 días: obtén retroalimentación y ajusta tu plan.

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