El wellness alimenticio no es una moda, es una forma consciente de comer y aprovechar mejor cada alimento. ¡Conoce sus beneficios!
Proveniente del concepto budista del mindfulness, el wellnes alimenticio se trata de hacer conciencia mientras comes para poder desarrollar un vínculo sano y beneficioso con los alimentos.
No es una dieta ni un régimen alimenticio, simplemente se trata de poner atención y hacerlo de una forma más mindful. Pero, ¿qué quiere decir eso?
Aquí te contamos algunos tips para lograrlo:
El wellness alimenticio incluye comer lenta y tranquilamente
Si comes demasiado rápido, no das tiempo para que tu cerebro y cuerpo se sincronicen y se envíe la señal de satisfacción en el momento correcto. Por eso, cuando comes rapidísimo sueles sentirte lleno y cansado durante horas y horas.
Además debes asegúrate de que estás masticando bien tu comida (los expertos dicen que hasta 32 veces) y de tomarte las pausas que creas necesarias; disfruta cada mordida.
Reconoce cuáles son las señales de tu cuerpo
La pregunta es: ¿quiero comer porque estoy respondiendo a mis emociones o a las necesidades de mi cuerpo?
La alimentación consciente se enfoca en comer cuando realmente tenemos hambre y no cuando estamos respondiendo a un sentimiento que nos hace sentir incómodos. Intenta seguir las señales de tu cuerpo en vez de las de tu mente, pero tampoco te restrinjas al máximo.
Estructura tus horarios y crea un ambiente mindful
No es lo mismo irte a dar una vuelta por tu despensa para ver que te encuentras a sentarte a comer a una hora determinada con tu familia, tus roomates o tus amigos. Aunque vayas a comer solo, establece tus horarios de desayuno, comida y cena (y si necesitas/quieres colaciones) y trata de siempre poner la mesa y de poner los alimentos en platos.
Este orden y proceso crea un ambiente más mindful y te permitirá crear conexiones sanas con las personas que estás conviviendo. Si tienes tiempo, ordena tu cocina para que te de paz.
No te distraigas
Aunque tengas ganas de ver TikTok o de adelantar mails del trabajo, evítalo al máximo. Pon tu celular o cualquier distracción a un lado y enfócate en tu comida. Fíjate en los colores, siente las texturas y piensa en los sabores; es como hacer una pequeña meditación mientras comes que te dará mucha paz mental y te ayudará a recibir las señales cuerpo-cerebro con claridad. Conecta con tu comida y, cuando termines, re-conecta con el mundo.
Fíjate en cómo te hace sentir la comida
A veces, hasta los alimentos más nutritivos nos pueden caer pesados. Lo ideal es que te fijes en cómo te hacen sentir físicamente los alimentos que consumes; ya sea de forma positiva (¿te dieron energía? ¿Los digeriste sin problemas?) O de forma negativa (¿te sentiste cansado? ¿Te inflamaste?). Una vez los vayas identificando, incluye más de los que te dan para arriba y disminuye los que te caen mal.
Vivir una vida más mindful es posible al añadir algunos hábitos de wellness alimenticio para mejorar también nuestra salud. ¡Suerte!
Por redacción
Editora: Ditza Flores Castillo